IMPORTANTE (para evitar malentendidos o malinterpretaciones, nos gustaría que leyerais hasta el final… ¡Gracias! J)
En la publicación de ayer os comentábamos que necesitábamos un par de días de respiro, pues han sido tres semanas muy intensas para nosotros, pero… Ese respiro no termina de llegar.
Entendemos que es una situación complicada, en la que no escasean el miedo ni el pánico, pero también creemos que debéis entender que somos PERSONAS y que, como tales:
- No tenemos obligación de tener operativo un TELÉFONO PERSONAL 24/7.
- Necesitamos descansar y, además, solemos hacerlo en las franjas horarias habituales.
Si no llamarías a un familiar o amigo a las 00.30 para pedirle que te prepare algo, ¿por qué te parece bien hacerlo con personas a las que ni siquiera conoces? No somos un servicio público (somos una empresa pequeña, formada por autónomos que, dicho sea de paso, este mes han tenido que pagar a cambio de no poder trabajar) y, aunque lo fuéramos, no por ello dejaríamos de ser personas para convertirnos en esclavos.
De la misma forma, entendemos que tú también eres una (buena) persona y, por ello, nos gustaría pedirte que actuaras y te comportaras como tal.
- Entendemos que estamos en una situación de la que sólo saldremos si todos remamos en la misma dirección.
Nuestra capacidad productiva y los recursos de que disponemos para hacer uso de ella son LIMITADOS y creemos que emplearlos en fines distintos al de PROTEGER A QUIENES NOS PROTEGEN, no es remar en la misma dirección, ni hacerlo en el sentido que nos permite avanzar hacia el final de este túnel.
Por ello, y ante una situación que dio comienzo ayer tarde y que ha continuado durante todo lo que va de día, a pesar de ser sábado y de haber declarado ayer públicamente que no estaríamos operativos hasta el próximo lunes, nos vemos obligados a:
- Aclarar que fabricamos únicamente VISERAS PROTECTORAS (NO MASCARILLAS) y que las donamos únicamente a PERSONAS y COLECTIVOS que REALMENTE las NECESITEN para PROTEGERSE y, con ello, PROTEGERNOS a los DEMÁS.
Como consecuencia de lo anterior, NO podemos suministrar VISERAS PROTECTORAS a aquellas personas que, siendo justos y objetivos, NO las NECESITEN. Entendemos que, de hacerlo, estaríamos malgastando recursos escasos que podrían ser vitales para otras personas, y eso es algo que no estamos dispuestos a hacer. Y NO, tampoco hay posibilidad de que dichas personas nos COMPREN viseras protectoras. No hemos hecho ni vamos a hacer negocio alguno con este tema. Nuestros VALORES, con los que podéis no estar de acuerdo y lo respetamos, nos lo IMPIDEN.
2. Aceptar únicamente aquellas solicitudes que, estando OBJETIVAMENTE JUSTIFICADAS, nos lleguen por mensajes en publicaciones de Redes Sociales o correo electrónico.
En todo momento, hemos intentado ser personas cercanas y no tener que recurrir a medios formales para una iniciativa en la que, creemos, la calidez y la rapidez son esenciales pero, a la vista de las circunstancias, no nos queda otra alternativa.
Desde ayer, y a pesar de haber declarado públicamente que no estaríamos operativos hasta el próximo lunes, nos hemos visto obligados a apagar nuestros teléfonos personales.
Por un segundo, nos gustaría que os pusierais en nuestra piel y pensarais lo que eso significa en un momento como este para personas que, al igual que vosotros, están confinadas en sus casas: AISLAMIENTO con MAYÚSCULAS. ¿Creéis que es justo? Y, lo más triste de todo, ¿Os parece normal que hayamos tenido que adoptar dicha medida porque haya personas que hayan difundido mensajes del tipo “¡Corred, llamad, que regalan mascarillas!”? A nosotros no. Es cierto que DONAMOS VISERAS PROTECTORAS a quienes lo NECESITAN, pero no nos parece que eso normalice ni justifique el hecho de que, en una hora, nos llamen 15 personas de las cuales 12 comienzan su llamada con la frase “¿Es aquí donde regalan mascarillas?” (entendemos que no para todos son buenos días o buenas tardes…). Donde vosotros sólo veis una posibilidad de obtener una “no mascarilla” (visera protectora) gratis, aun sin necesitarla, sólo por ser “gratis”, nosotros vemos un desperdicio de recursos que, en parte, nos han sido donados para hacer un uso responsable de ellos. Y también vemos a un sanitario, a un cajero, a un barrendero, a un repartidor, a una cuidadora… al que le han arrebatado la oportunidad de protegerse. Y repetimos, NO ESTAMOS DISPUESTOS a ser cómplices de ese tipo de situaciones.
Por ello, os confirmamos que, desde ayer y hasta próximo aviso, NO atenderemos LLAMADAS TELEFÓNICAS de números que no tengamos identificados, pues creemos que es la única manera de no ver colapsados nuestros teléfonos y poder recuperar, poco a poco, la normalidad.
Dicho esto, nos despedimos con una sonrisa triste.
Sonrisa porque es inevitable arquear los labios (y dejar caer alguna lágrima, ¿por qué negarlo?) cuando gran parte de vosotros nos hacéis partícipes de vuestro agradecimiento, cuando nos mandáis mensajes cargados de apoyo y emoción, cuando nos llamáis y nos decís “oye, he salido a aplaudir al balcón/a la puerta del hospital/etc. a las 20h pensando en vosotros, no penséis que esto es sólo por los que estamos jugándonos la vida en los hospitales o en las calles, esto también va por personas como vosotros”. Sois grandes. Y eso nos hace parecer grandes a nosotros. Aún sin serlo. Y somos unos pesados y siempre os decimos lo mismo: ojalá estuviéramos haciendo nuestro verdadero trabajo, impartiendo nuestros añorados cursos, desarrollando nuevos prototipos e inventos…. En definitiva, ojalá nunca hubiera hecho falta todo esto. Pero la vida no es siempre como esperamos o planeamos. Y a veces nos agita fuerte. Para sacar todo lo malo. Para dejar sólo lo bueno. Para crecer. Y no. Nadie dijo que fuera fácil. Pero estamos dispuestos a luchar. A salir reforzados. A hacer que, muy muy muy en el fondo, merezca la pena.
Triste porque nos apena comprobar cómo, aún en momentos como este, algunas palabras aún siguen teniendo el mismo efecto: predecible, sí, casi tanto como inexplicable. Parece que todos hemos entendido que debemos quedarnos en casa para no ocupar en el hospital esa cama que puede ser vital para otras personas, pero parece que aún no hemos entendido que no debemos hacer un acopio irresponsable de aquello que no necesitamos y que, para otros, puede ser esencial.
Nos vemos el lunes. Con las pilas cargadas. Con las energías renovadas. Y con la ilusión de siempre. Porque no, esa no la perderemos nunca.